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Rio de Janeiro: Último día y última noche

  • Foto del escritor: Camila Roncagliolo Belmar
    Camila Roncagliolo Belmar
  • 22 feb 2017
  • 3 Min. de lectura

Llegamos a Rio como a las 12 del día y nos volvimos quedar en el Che Largarto de Copacaba, yo sólo recomiendo este lugar si quieren conocer gente joven (18 a 26 años) y no tienen atado en compartir habitación con mucha gente, para mí estuvo bien porque sólo fue una noche de ida y una noche de vuelta.

Ese día yo salí sola porque mis amigos se fueron al Corcovado y a Pan de Azúcar, como yo ya había ido preferí irme a la playa y a las ferias que se ponen por allí, mi primera parada fue la feria Hippie de Ipanema, la cual encontré genial porque habían muchas cosas de autor y si tienes dinero te puedes llevar muchas cosas lindas de decoración o vestimenta o accesorios, quedaba en una plaza cerca de la playa y ocupaba todo el lugar, lo más bueno fueron los cuadros que se vendían en medio de la plaza, de verdad que me hubiera traído unos cuantos, pero ya el espacio en la maleta y las lukas no me daban.

Luego me fui para Copacabana y no entendía porque había tanta gente paseándose disfrazada, hasta que llegué al sector (posto) 4 y vi que había una previa del carnaval, no me llamaba la atención que todos estuvieran tomando y reventados, sino que hombres que se veían muy machos y hasta incluso de la mano de sus novias estuvieran vestidos con disfraces de mujeres: mujer maravilla, gatitas, princesas, bailarinas, etc. Le pregunté a un amigo brasileño por esto y me dijo que era tradición y que nadie lo miraba mal. Esta previa duró hasta temprano y luego la playa y sus vías se desocuparon y llegó a instalarse la feria de Copacabana.

Mis amigos llegaron a encontrarme a las 17:30hrs., aún no sé como dieron conmigo yo acostada en medio de la playa y nos fuimos a la feria que ya estaba instalada en un 90%... compré bikinis obvio y un par de cositas más, me gusta ene esa feria, es barata, cerca, no tan grande y puedes comprar ropa, souvenirs, pareos, etc.

En la noche nos fuimos a instalar en el bar mas prendido de la playa, los brasileños son muy pintorescos cuando toman, cantaban canciones que todos ellos conocían (obvio yo no), cánticos y gritos, en la playa, al lado del bar, había gente bañándose en las duchas, tomando, riéndose y bailando, era super prendido, fue entretenido estar ahí. Yo como almorcé a medio día, en un restaurant de la playa también, estaba muerta de hambre y pedí camarones, calamares y salmón rebozados, estaban super ricos pero venia mucho, y esto acampañado de mi siempre y clásico jugo de limón. Después de esta bar nos fuimos a otro en el cual se escuchaba regueton, cumbia y hasta a Américo, también en la playa casi al principio de Copacabana, al frente del hotel Atlantico, y mis amigos se tomaron la última caipirinha del viaje.

Al otro dia, mis amigos se fueron temprano y yo me junté con Dimi, un amigo brasileño que es historia larga cómo lo conocí, con Dimi nos fuimos a almorzar una carne exquisita con las dos guarniciones típicas de Brasil: arroz y papas fritas. y luego nos fuimos a la playa a conversar y admirar por última vez lo que dejaré atrás, que suerte tienen los que viven en ciudades con playas con clima temperado!.

Me fui en la noche al aeropuerto y esa es otra historia que no va al caso.

Ya estoy de vuelta en Chile después de vacaciones increíbles en el paraíso!




 
 
 

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